Un solar, una zona en desuso, es el tema del trabajo hasta el momento de Ignacio Ramos. Todas sus transformaciones han ido encaminadas hacia la reflexión del entorno del lugar, ver que necesidades crea el entorno y si el lugar sacia esas necesidades o si podría hacerlo. Esta meditación le lleva a hacer una transformación real de un punto concreto del lugar, casi improvisada y sin ningún resultado. En este punto se le plantea la oportunidad de hacer una transformación imaginaria del objeto, lo que se supone que le daría la oportunidad de dejar volar su imaginación y hacer un buen trabajo, pero al contrario de lo que se supone que debería haber sido, Ignacio se ha limitado a si mismo haciendo un parque donde antes había un solar, reutilizando las vías también en desuso para crear una serie de pérgolas y con un monumento. Por concluir cabe decir que sus trabajos carecen de significado a simple vista y también de explicaciones por lo que quedan muy en el aire ya que se supone que salen a partir de una reflexión.
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